"UN NIÑO TRISTE EN EL CIELO"
(Relato de la Vida Real)
Estaba  leyendo unos libros muy bonitos, mientras  la radio daba las noticias del día, en eso
escuché que un Señor bien malo, pero bien malo había gritado a una maestra que
estaba embarazada. Ella muy preocupada por la injusticia que se había cometido
en su contra, fue  a reclamar  sus derechos al Representante  de la educación, pero este señor muy malo
como  un ogro y con su mirada de un toro,
gritaba  y gritaba, …decía el locutor… 
Al cabo de unas horas, la maestra se había puesto muy mal, al extremo
que la pobre tuvo que asistir de inmediato a la Posta médica, donde luego el
doctor la tuvo que intervenir, resultado, un niño muerto por culpa de este
indolente hombre, malo pero muy malo.
Me puse a reflexionar, sobre como las personas que no son bien
preparadas y no tienen corazón para sus semejantes, pueden  llegar a cometer un acto negativo,  y 
sorprendernos  con su desaire y
prepotencia, y hacer que una madre, una maestra, pierda  al hijo de sus entrañas.
El niño ha viajado al cielo, sin poder lograr sus deseos de ver la
luz, la vida y la esperanza de ser un hombre de bien en nuestra comunidad. Él, que deseaba, conocer físicamente a su mamá, él que soñaba ser un niño alegre,
estudioso y muy querendón.
Un vulgar hombre, le apagó su destino y le quitó la vida como
cortar el cuello a un corderito. Si el
pobre niño hubiese podido defenderse en ese instante, habría tomado la armadura
de Dios para defenderse.
Estoy seguro que si hubiera nacido, a 
los pocos años lo veríamos jugando en el patio de la escuela, corriendo
como todos los demás, haciendo amigos, o de repente una que otra palomillada o
moviéndose a golpes y una trompada, todo sería alegría en cualquier instante.
¡Pero no, un hombre bien malo, pero bien malo!, le cortó el deseo de
vivir. Ahora vive muy desconsolado y triste en cielo.
Él se encuentra muy triste porque nadie  se conmovió de su inocencia, nadie pensó, que
sería la alegría de mamá, el protector de su hermana o el compañero ideal de su
hermano.
Por eso, en mi sueño  él me ha
enviado un mensaje, para decirles a todas las madres y las maestras  de esta tierra, que traten de defender a los
niños  de toda injusticia que cometen los
hombres en contra de la inocencia  y  sus derechos.
La mejor alegría que se puede dar 
a esta inocente alma, es proteger a otros niños que van creciendo en el
vientre de su madre, pensando tal vez que en el futuro, será un gran hombre, un
doctor, un ingeniero, un soldado, un buen padre o un buen ciudadano de este
pueblo.
No dejemos que la crueldad, la intolerancia, el  desaire y la prepotencia sean causales de
otra pérdida, cuya culpa tengan que pagar los niños inocentes como aquél
que  ha viajado al cielo porque su mamá
no estuvo preparada para lo peor.
Los niños son  la ilusión de la
sociedad, la alegría del hogar, no debemos dejarlos morir por torpezas,  a veces, como seres pensantes no podemos
resolver, por falta de entendimiento como seres humanos,  nos pide su alma que vivamos siempre  en la dirección correcta que los libros
enseñan y reclamemos lo justo de nuestros derechos con armonía y comprensión,
no queremos otra muerte más, que dañe 
nuestra inocencia y sobre todo escucharlo de alguna autoridad. Paz y
amor entre los hombres. El niño triste en el cielo…
AUTOR
LUIS HUERTA LOMOTTE 
PLUMA SECHIN 
2017
 

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